Cuando me comentaste entusiasmada sobre un grupo llamado Sonic Youth justo el día después de que había alucinado por primera vez con el Dirty pensé que había sido una mera casualidad. Pero destrabando conversaciones en las coincidencias se fueron sucediendo como los nombres de Blonde Redhead, de Los Campesinos! de Interpol, de Belle and Sebastian o de Gepe, comencé a creer que el azar ya no era parte de este juego. ¿Te acuerdas la primera vez que hablábamos sobre Blur? Éramos niños entonces, todavía puede que lo seamos.
Pero ya sabes que hablar de discos o comentarlos me carga, son tan odiosas esas conversaciones en que la gente saca a relucir su ego para demostrar, en secreta competencia, quien tiene más cultura musical. Es tan snob hablar de discos, es tan snob llenar un escrito con referencias a bandas de música. Tan snob como ocupar la palabra snob. Pero contigo es distinto, por lo menos para mi es diferente a esas conversaciones triviales sobre música. Dan cuenta de un proceso de comunicación que te distingue de todas las otras personas. Por eso amo la música, porque a pesar de ser un despropósito genera comunidad con alguien, cosa que no puedo lograr escribiendo o a través de la lectura. En realidad no lo puedo lograr con nada más.
Si no fuera por la música no soportaría la soledad.
necesito un filtro...
ResponderEliminarParanoico.
ResponderEliminarNecesitai qe se te eche a perder el teclado.
Feliz año nuevo.